Mi padre siempre se toma el café de la misma manera: cortado con leche fría.
Siempre, siempre, siempre lo ha pedido así.
Me acuerdo estar de vacaciones, terminar de comer en algún chiringuito o restaurante de playa, que pregunte el camarero si queremos postre o café y mi padre decir siempre lo mismo: “para mí, por favor, un café cortado con leche fría”.
Me hace mucha gracia porque siempre hace lo mismo cuando se lo traen.
Normalmente le echan la leche cuando traen el café a la mesa y siempre hace lo mismo.
Nada más empiezan a hacer el gesto de echar la leche dice: “valevalevale”.
No empieza ni a caer la leche y ya levanta la mano y “valevalevale”.
Luego están las veces que se lo traen ya “cortado” y siempre, siempre, hace lo mismo: mete la cucharilla, la saca llena, lo deja caer, lo mira y dice: “ya se han pasado”.
Me hace mucha gracia.
Seguro que cuando mis hermanas (holi Miryam, holi Jes) lo lean se acordarán y se les dibuje una sonrisa en la cara.
Es muy probable que se acuerden de algún verano cuando nos íbamos los cinco de vacaciones a la playa.
O ese verano que nos fuimos a la aventura al norte.
Este año a mi padre le voy a regalar una taza para sus cafés mañaneros o el de después de comer.
Estaba pensando ponerle una foto del peque, pero después de escribir se me ocurre que le puedo poner una frase graciosa como “café cortado con lechvalevalevale”.
O las dos cosas, imaginación al poder.
Si tú tienes alguien cercano que le gusta mucho el café, el té o es de Cola Cao, ya tienes regalo.
Puedes pedir una taza personalizada con una foto que le haga viajar o reírse o recordar.
Te dejo el enlace para pedir.
Las hacemos en el día.
Jonathan
P.D: Mañana te cuento lo que he pensado para otro miembro de mi familia